Pues aquí estamos de nuevo con otra entrada en el blog. Hoy vamos a tratar con la doble o nada. Un titulo muy recurrente para una cerveza que es verdad que voy a hacer un exceso de esfuerzo por ser objetivo.

El titulo de la doble o nada viene marcado por su forma de elaboración. Según reza en su página web, esta cerveza es un tipo Märzenbier, o cerveza de marzo. Una cerveza cuya característica fundamental es el doble aporte de malta.

Nuestra nota de cata: Lo que más llama la atención de la cerveza es el color. Y más aun si cabe del cuerpo. Menuda cerveza. El color es precioso, no demasiado brillante color ambar. Huele mucho a lúpulo, con altas notas pasificadas (que recuerdan al olor de la compota, del pastel de manzana, ciertamente parecido a la anterior cerveza catada, la Inedit). Presenta un cuerpo de levadura que rápidamente es detectable. Es una cerveza almidonada (que presenta arroz y maíz, normamente para incrementar su potencial fermentativo), de ahí que deje un fuerte olor a levadura. 

Cuando la pruebas te inunda el sabor con una intensidad que pocas cervezas comerciales alcanzan. De esta manera, el precio no se convierte en una locura ya que el aporte de malta es bastante elevada. A mí me resulta increible oler toques del vinagre de arroz. El mismo vinagre utilizado para hacer sushi. La impresión global es estupenda, con un amargor de leve a moderado que resulta super agradable. Un carbónico correcto con una espuma que podría ser mejorable. Es una cerveza bastante alcoholica, son 7,2 % vol. por lo que la espuma se la vamos a perdonar y vamos a pasarlo por alto.

El eslogan está claro y debidamente tirado. Cuando te tomas una te quedas con la sensación de querer otra. Al final dices, o me tomo dos o no me tomo ninguna.